Agua del grifo contra el cambio climático: reducir cómodamente el uso de plástico y proteger el medio ambiente
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El agua potable es el alimento más importante de todos, y para consumirla ni siquiera tendría que hacer falta salir de casa. Este «lujo» es algo que, en nuestro país, se ha dado por sentado desde hace tiempo, motivo por el cual el Water Quality Month, que se celebra en agosto, quiere centrar la atención sobre este preciado bien y su importancia vital. Pero, a pesar de la alta calidad de nuestra agua del grifo, muchos prefieren calmar la sed con agua embotellada en botellas de plástico de un solo uso. Un hecho que es todo menos respetuoso con el medio ambiente.
Más confort, menores costes
En Alemania hay más de 500 tipos de agua mineral, que gozan de gran popularidad, y eso a pesar de que el agua del grifo ofrece numerosas ventajas en comparación. Para conseguir agua embotellada hay que ir al supermercado, en cambio, el agua del grifo está disponible de inmediato. Esto supone un ahorro de tiempo y menos fatiga para la espalda, ya que se elimina la necesidad de acarrear los pesados paquetes de botellas de agua. Además, el agua del grifo es considerablemente más económica: un litro de agua potable cuesta en Alemania aproximadamente 0,2 céntimos, mientras que por cada litro de agua embotellada se pagan entre 19 y 50 céntimos, tal y como afirman la Asociación de Griferías de la VDMA y el IndustrieForum Sanitär a través de la plataforma informativa Blue Responsibility. Nuestra agua potable también destaca en términos sanitarios: gracias a los controles y análisis periódicos, la calidad del agua potable en nuestro país es muy buena. Así lo confirma el Informe sobre el agua potable de 2021 del Ministerio Federal de Medio Ambiente.
Mantener la calidad del agua potable
Gracias a sus características innovadoras y a la posibilidad de configurar descargas antiestancamiento automáticas, las griferías de alta calidad de SCHELL contribuyen a mantener la calidad del agua potable aguas abajo de la conexión del edificio. Si el agua se estanca en las tuberías, las bacterias pueden proliferar. La única forma de evitarlo es mediante una renovación completa y periódica del agua en toda la red de tuberías. Si esta no se consigue con el uso regular, la necesaria renovación del agua puede lograrse con descargas antiestancamiento. La configuración de las descargas antiestancamiento en las griferías electrónicas de SCHELL es muy sencilla. Por supuesto, en los productos SCHELL solo se utilizan materiales aptos para el agua potable, que no alteran la calidad del agua del grifo. Descubra la amplia gama de griferías SCHELL
Minerales que salen del grifo
Que el agua del grifo, a diferencia del agua embotellada, no contiene minerales es una falacia, tal y como ponen de relieve los análisis de las empresas suministradoras de agua. Además, no todas las aguas minerales son realmente ricas en minerales, como muestra un estudio de la fundación Warentest para la prueba de productos; así, resulta que en muchos lugares, como Berlín, el agua del grifo tiene un alto contenido en minerales y puede representar un aporte mayor que el agua embotellada. Además, los expertos tienen la certeza de que nuestras necesidades de minerales está cubiertas por nuestra alimentación, por lo que nuestro cuerpo no necesita en absoluto los minerales del agua embotellada.
Agua con gas «de cilindro» pulsando un botón
Además de los minerales, en el agua del grifo muchos echan de menos el anhídrido carbónico. Esto se puede remediar con un gasificador de agua, que permite generar agua con gas en el hogar. Para ello se utilizan cilindros de gas extraíbles. De este modo, se puede disponer de agua con gas con solo pulsar un botón, y sin necesidad de emplear botellas de un solo uso. Naturalmente, el aparato y las botellas se deben limpiar periódicamente para que la calidad del agua no se resienta en la recta final.
Agua del grifo para proteger el medio ambiente
El argumento más importante contra el uso de agua embotellada es el impacto climático. Según el organismo de defensa del consumidor de Renania del Norte-Westfalia, en Alemania el impacto climático del agua embotellada es 600 veces mayor que el del agua del grifo. El agua mineral genera 202,74 g de CO2 equivalente por litro frente a los 0,35 g que genera el agua del grifo. El transporte de las botellas es responsable de la mayor parte del impacto climático. Según el organismo de defensa del consumidor, en 2020 Alemania importó unos mil millones de litros de agua mineral, cuyo transporte supuso la emisión a la atmósfera de enormes cantidades de CO2. Si en todo el país abandonáramos el agua embotellada en favor de la del grifo, el cambio sería inmenso: podrían ahorrarse 1,5 veces la cantidad de CO2 que generaba cada año el tráfico aéreo nacional en Alemania antes de la pandemia de coronavirus. Pero el organismo de defensa del consumidor también alerta de los residuos plásticos generados. Cada hora se desechan en Alemania unos 2 millones de botellas de plástico de un solo uso. Eso supone unos 17.400 millones de botellas al año. En su mayor parte, están fabricadas con plástico nuevo, para cuya producción se utiliza un valioso crudo. El uso de botellas de plástico o vidrio retornables conlleva una menor generación de residuos, pero sí supone un gran consumo de energía para su fabricación, transporte y reciclaje. Para el agua del grifo no se necesita nada de ello.
De la cocina al vaso
Cuando estamos en la cocina, es muy sencillo y rápido echar mano de un vaso y del agua del grifo. Por ello, el mantenimiento de la higiene del agua potable es especialmente importante en los edificios de oficinas equipados con cocinas en las que también se cocinan alimentos. Para esta área sensible, SCHELL ofrece la grifería de cocina GRANDIS E. Combina lo mejor de ambos mundos y puede activarse mediante el mezclador de maneta sencilla o sin contacto. Gracias a la opción integrada de realizar descargas antiestancamiento automáticas, puede garantizar la necesaria renovación del agua durante interrupciones del uso prolongadas. Además, la GRANDIS E es compatible con el sistema SWS. Es decir, puede interconectarse con el sistema de gestión de agua SWS de SCHELL y controlarse con él de forma centralizada. Esto conlleva numerosas ventajas, por ejemplo, la configuración es aún más precisa y el usuario dispone de la opción de documentar las descargas para determinar posibles necesidades de optimización. Además, el sistema de gestión de agua SWS permite lograr mejoras económicas y energéticas mediante el control individualizado de los caudales de agua, así como muchas otras mejoras. Pero, sobre todo, contribuye a mantener la higiene del agua potable de la mejor manera posible, para que los usuarios siempre tengan la posibilidad de disfrutar de agua fresca del grifo. No hay mejor aliciente para luchar contra el cambio climático y dejar atrás las botellas de un solo uso.