Cuando se interrumpe la actividad en un edificio, aparece el peligro de la legionela. ¿Qué se puede hacer en estos casos?
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Muchos edificios están volviendo a abrir sus puertas tras las largas interrupciones del servicio causadas por el coronavirus. Las escuelas y los hoteles con una actividad estacional deberían saber cómo afrontar los períodos de inactividad. Sin embargo, ahora también se han visto afectados por los cierres muchos edificios que hasta la fecha no se habían tenido que preocupar demasiado por la cuestión de «las interrupciones del servicio y la higiene del agua potable», como los ayuntamientos o los restaurantes. Si el agua permanece estancada demasiado tiempo en las tuberías, puede existir un riesgo de legionela en función de la temperatura del agua. ¿Pero qué es la legionela, cuándo se convierte en un peligro y cuáles son las características de una prevención adecuada?
¿Legionela? ¿Eso qué es? La legionela es una bacteria que está presente casi siempre en el agua en pequeñas cantidades. Cuando la concentración de bacterias es pequeña, no resulta peligrosa. Sin embargo, si es elevada, puede convertirse en un peligro. Si se aspira, por ejemplo, con los aerosoles que se generan durante la ducha, puede provocar la enfermedad del legionario (una forma de legionelosis), que es una neumonía grave.
¿Cómo surge el peligro asociado a la legionela?
¿Qué es lo que permite a las bacterias multiplicarse rápidamente? El Dr. Peter Arens, especialista en higiene y director de gestión de productos de SCHELL, lo explica así: «Las interrupciones de varias semanas del denominado "funcionamiento previsto", por ejemplo, durante las vacaciones, permiten que las bacterias proliferen de forma excesiva en el agua potable». Esto ocurre cuando las griferías se dejan de utilizar con la frecuencia necesaria. Unas velocidades de flujo insuficientes, que se producen cuando no fluye suficiente caudal por las tuberías, también pueden ser responsables de fuertes brotes de bacterias. «La situación es especialmente crítica durante los cálidos meses estivales, en los que, si el agua no se renueva con regularidad, la temperatura puede subir muy por encima de los 25 °C, incluso en las tuberías de agua fría, un escenario perfecto para la proliferación de bacterias peligrosas para la salud. Entre ellas, hay que señalar especialmente a la legionela, que puede causar neumonías atípicas. Al fin y al cabo, en Alemania mueren cada año unas 3.000 personas a causa de la legionelosis», prosigue el experto.
¿Cómo se puede evitar este peligro?
Para mantener la concentración de bacterias a un nivel lo suficientemente bajo, los reglamentos exigen que se lleve a cabo la renovación completa del agua en todas las tuberías y todos los puntos de toma, como muy tarde, después de 72 horas. Por lo general, esta operación conlleva grandes necesidades de personal, ya que no solo es necesario abrir (y, en ciertos casos, también cerrar) manualmente todas las griferías, sino que también es preciso lograr velocidades de flujo suficientemente altas mediante la apertura simultánea de los puntos de toma. Es decir, no basta con abrir las griferías una tras otra, puesto que «…en ese caso, las velocidades de flujo en las tuberías de suministro serían demasiado bajas para conseguir una renovación del agua adecuada. Esto se debe a que las tuberías de mayor diámetro están dimensionadas, precisamente, para poder suministrar agua de forma simultánea a muchos puntos de toma.
Y este tipo de utilización debe simularse abriendo varios puntos de toma simultáneamente: por ejemplo, cuatro griferías de lavabo y tres griferías de ducha. Si las tuberías de gran diámetro suministran poca agua, el agua circulará principalmente por el centro de la tubería. El resto del agua de la tubería prácticamente no se moverá, se podría decir que permanece estancada. En ese caso, parte de las bacterias y otros microorganismos permanecerán en el sistema, a pesar de la descarga», explica el Dr. Arens.
Descargas antiestancamiento con griferías electrónicas
Por consiguiente, las descargas antiestancamiento periódicas son indispensables. Y para ello hay una solución sencilla:
Las griferías electrónicas sin contacto de SCHELL permiten realizar las descargas antiestancamiento de forma fácil y eficaz. No solo permiten programar los tiempos de descarga y el alcance del sensor, sino que también ofrecen la opción de automatizar la realización de las descargas. De esa manera, se simula el funcionamiento previsto y se garantiza la necesaria renovación del agua, incluso en caso de (futuras) interrupciones del servicio.
Ahorro de tiempo y dinero con SWS y SMART.SWS de SCHELL
Con el sistema de gestión de agua SWS de SCHELL, la automatización es aún más precisa y ofrece además la posibilidad de documentar las descargas que se han efectuado para garantizar el funcionamiento previsto. El sistema SWS de SCHELL permite interconectar y controlar de manera centralizada todas las griferías electrónicas de un edificio. De este modo, las descargas antiestancamiento pueden programarse a una cierta hora, a la que se abrirán simultáneamente todos los puntos de toma necesarios y se generarán como consecuencia los flujos turbulentos requeridos. Así, las bacterias no tendrán ninguna opción de superar los umbrales de crecimiento críticos. El sistema SWS de SCHELL también ayuda por tanto a reducir notablemente las necesidades de personal. El sistema de gestión del agua se puede emplear en edificios completos o solo en determinadas zonas.
Los sensores de temperatura supervisan las temperaturas en el agua potable. Se registran todas las medidas y temperaturas. De esta forma, se documenta la higiene del agua potable y se ayuda a los operadores a cumplir la norma VDI 6023. El servicio en la nube SMART.SWS le permitirá tener bajo control la gestión del agua de forma remota, sin importar dónde se encuentre usted.
¡Nunca es demasiado tarde, actúe ahora!
¿Por qué es tan importante? Aparte de la seguridad de los usuarios, hay otra razón de peso para la prevención. Si se detectan concentraciones excesivas de legionela al analizar el agua potable, habrá que dar parte a la autoridad sanitaria responsable. Además, se deberán adoptar medidas para eliminar el riesgo asociado a la legionela. Si se detecta una concentración extremadamente elevada, se deberá sanear de manera exhaustiva la instalación de agua potable, con los grandes costes asociados. Por lo tanto, le recomendamos que tome precauciones ahora. ¡Estaremos encantados de asesorarle!