Tratamiento del agua: cómo se transforma el agua bruta en agua potable
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El tratamiento del agua en Alemania contribuye en gran medida a que los ciudadanos alemanes puedan disfrutar de una extraordinaria agua del grifo. El Water Quality Month, que se celebra en agosto, debe servir para recordarnos que no hay que dar por sentada esta calidad. ¿Cómo se transforma el agua en agua potable?
Diversidad de recursos hídricos
En Alemania, el agua potable se obtiene de diversos recursos hídricos: Según distintas fuentes, un 65 % procede de aguas subterráneas y un 35 % de aguas de manantial y superficiales. Estas últimas son las que se encuentran sobre la superficie terrestre, como el agua de los lagos o embalses o la que cae en forma de lluvia, y se utilizan cuando no se dispone de suficientes aguas subterráneas para garantizar el suministro de agua. Por ese motivo, la composición exacta del agua potable en Alemania puede variar mucho de una región a otra. Sin embargo, ya se trate de aguas subterráneas o superficiales, antes de utilizarlas como agua potable hay que tratar las denominadas aguas brutas.
De agua bruta a agua potable apta para el consumo
Según el Ministerio Alemán para el Medio Ambiente, la Protección de la Naturaleza y la Seguridad Nuclear (BMU), alrededor de una cuarta parte del agua bruta extraída del ciclo del agua puede utilizarse como agua pura apta para el consumo humano, sin necesidad de tratamiento. No obstante, tres cuartas partes del agua bruta requieren un tratamiento más o menos intensivo en las instalaciones de abastecimiento de aguas. Esta agua bruta podría ser peligrosa para la salud humana, ya que a veces contiene sustancias nocivas y bacterias. El agua bruta también suele contener altas cantidades de hierro y manganeso, que pueden conferirle una tonalidad marrón poco deseable. Además, el contenido de anhídrido carbónico puede dañar las tuberías y producir corrosión. El tratamiento del agua permite eliminar las sustancias nocivas y establecer la seguridad microbiológica.
El elemento unificador: la normativa alemana para la calidad del agua para consumo humano
En general, el tratamiento del agua está destinado tanto a proteger la salud como a preservar las tuberías y otros elementos de las instalaciones. Para ello, se deben cumplir los requisitos de calidad establecidos en la normativa alemana para la calidad del agua para consumo humano. Sin embargo, esta normativa establece las pautas a seguir tanto en relación con el tratamiento del agua como en relación con el mantenimiento de la higiene del agua potable en edificios. En ellos, los productos SCHELL ofrecen la mejor ayuda posible para mantener la calidad del agua. Ya se trate de griferías electrónicas, del sistema de gestión de agua SWS o del servicio en línea SMART.SWS, las soluciones de SCHELL, con sus características innovadoras, como la posibilidad de configurar, supervisar y documentar las descargas antiestancamiento, contribuyen a que el agua tratada mantenga su alta calidad después de haber entrado en el edificio.
¿Dónde y cómo se produce el tratamiento del agua?
Según el BMU, en Alemania hay unas 6200 empresas de suministro de agua, que se encargan, entre otras cosas, del tratamiento del agua. Para ello, el agua bruta atraviesa un sistema de limpieza de varias etapas que elimina las impurezas. El proceso puede variar mucho según la región y la composición del agua. Por ejemplo, puede utilizarse un método de tratamiento natural, como la aireación, que consiste en enriquecer el agua con oxígeno para facilitar la filtración del hierro o el manganeso contenidos en ella. También pueden emplearse los llamados procesos de floculación, en los que se agregan agentes floculantes para poder eliminar del agua sustancias insolubles. Estas sustancias se depositarán en el fondo durante la sedimentación subsiguiente. Además, se utilizan filtros de arena, grava o carbón para filtrar componentes disueltos en el agua, como bacterias o productos químicos. En caso de que haya problemas higiénicos, se aplicará una desinfección como parte del proceso de tratamiento. Para ello se utiliza, por ejemplo, dióxido de cloro, que deja el agua impecable desde el punto de vista microbiológico.
Higiene del agua potable hasta la conexión del edificio y más allá
Mediante este complejo proceso de tratamiento, acompañado de análisis de laboratorio periódicos del agua bombeada por la instalación de abastecimiento de aguas y de la supervisión federal de la calidad del agua, se garantiza que el agua llegue a la conexión del edificio con una calidad impecable. A partir de la entrada en el edificio, el mantenimiento de la higiene del agua potable será responsabilidad del operador. A este respecto, se deben cumplir unas normas estrictas. Aquí o en el manual de SWS (a partir de la pág. 30) puede leer más información sobre la higiene del agua potable y las medidas que se deben adoptar en caso de interrupción del funcionamiento. Gracias al cumplimiento de unas estrictas normas en todas las etapas del trayecto, desde el agua bruta del lago hasta el agua potable que sale del grifo, beber agua del grifo en Alemania es todo un placer.